Una acalorada discusión se dio el pasado 7 de abril en el matinal «La Mañana de Chilevisión» entre el animador Julio César Rodríguez y el diputado Diego Schalper (RN).
El conductor aseguró que Estados Unidos planea aumentar los impuestos de un 21% a un 28%, algo que el diputado quiso corregir, diciendo que «no es cierto que se está creando un impuesto en Estados Unidos; lo que se está discutiendo es aumentar un poquito el impuesto corporativo».
«Del 21% al 28%, Diego, no es un poquito», intervino Rodríguez.
Minutos después, Schalper aseguró que “Chile es uno de los países que, después de las transferencias directas del Estado, menos baja su tasa en el indicador de Gini”.
«Está haciendo una segunda trampa» contestó Rodríguez, añadiendo que «ese índice tiene que ver con la cantidad de impuestos que se recaudan, no solamente cómo se transfiere”.
Cabe señalar que una transferencia directa del Estado es una política pública que consiste en la entrega de recursos a personas que, por diversos motivos, necesitan ayuda estatal como, por ejemplo, el Bono Marzo o el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
¿Qué es el índice de Gini?
El índice o coeficiente de Gini es una fórmula matemática que mide la desigualdad, comúnmente utilizado para medir la desigualdad en la distribución de ingresos de un país. Los valores más cercanos a 0 indican que existe menos desigualdad, mientras que los valores más cercanos a 1 representan más desigualdad.
El resultado suele variar según la institución que realice el cálculo. Por ejemplo, de acuerdo con el dato más reciente disponible en el Banco Mundial (año 2017), el índice Gini de Chile es de 0,44, ubicándose como el décimo país más desigual de Latinoamérica y en el lugar 25° a nivel mundial.
El académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, concuerda con lo planteado por el diputado Schalper, añadiendo que “en Alemania, por ejemplo, la aplicación de transferencias directas mejora sustancialmente el índice de Gini (de 0,50 a 0,29, según datos OCDE)”, mientras que la poca disminución de este indicador se debe a que los países “no están mejorando la situación de personas que necesitan de bienes públicos”.
En la misma línea se encuentra el economista y director del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Luis Eduardo Escobar, quien señaló a este medio que el diputado Schalper “tiene razón, en Chile no hay mucha diferencia en el Gini entre antes y después de impuestos».
Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 2017 confirman la visión de estos expertos. El Gini de Chile antes de impuestos es de 0,498, mientras que después de impuestos baja a penas a 0,465.
El siguiente gráfico muestra los 10 países más desiguales de la OCDE antes y después de impuestos:
De esta manera, tenemos a Grecia, por ejemplo, con un Gini cercano a 0,57 antes de impuestos, pero baja considerablemente después de impuestos: 0,37. Distinto es el caso de Chile, que se ubica como el que menos baja el Gini después de impuestos dentro de los miembros de la OCDE (0,5 a 0,47 aproximadamente).
Sin embargo, el debate no termina aquí. A pesar de estos datos comparados, hay un elemento que falta en esta discusión.
Las limitaciones metodológicas en el Gini de Chile
“El problema del Gini es que es muy difícil de interpretar” dijo a Decodificador Chile el economista de la Universidad Católica y la Universidad de California, Cristóbal Otero. Para un Gini de 0,5, por ejemplo, existen distintas distribuciones de ingreso que explicarían ese resultado, puesto que se trata de una fórmula matemática, señaló el economista.
Otro limitante de la medición del Gini en Chile es que se ocupa información estadística de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), la cual no logra representar de manera exacta a los tramos de mayores ingresos, en especial al 1% más rico del país, explicó Otero.
“Los Gini que están reportados en la discusión pública se basan en la encuesta Casen, entonces están sub reportando la desigualdad que efectivamente existe”, sostuvo Otero.
Un artículo publicado en 2018 por Eduardo Engel y Bernardo Candia incorporó información de registros tributarios para hacer más representativo el porcentaje más rico del país. El resultado fue que, con esos datos acumulados, el índice de Gini -antes de impuestos- sube de 0,537 a 0,593.
Este estudio concluyó además que el sistema tributario chileno es levemente regresivo, dado que se basa en impuestos al consumo (IVA), que hacen que los que menos tienen terminen pagando más impuestos. Las transferencias del Estado (concentradas en salud y educación), por el contrario, son progresivas.
“El diputado (Schalper) omite la parte de los impuestos y solo se refiere a las transferencias”, dijo Otero, agregando que los datos en que se basa el parlamentario son elaborados por la OCDE, casi siempre a partir de encuestas de hogares, las cuales tienen el problema metodológico que corrigió el paper de Engel y Candia.
Otero concluye que “la información entregada por el diputado es correcta, pero las razones no lo son. Las transferencias sí son progresivas (ayudan a bajar el Gini), no obstante, los impuestos son regresivos«, lo que hace que el Gini no baje considerablemente.
En conclusión, calificamos la frase del diputado Schalper como cuestionable, porque si bien la afirmación podría considerarse correcta, el parlamentario omite el rol que juegan los impuestos; que según el estudio de Engel y Candia, son levemente regresivos, mientras que las transferencias directas ayudan a disminuir el Gini. Esto es algo que los estudios de organismos internacionales (que sustentan la afirmación de Schalper) no consideran, por lo que no reflejan el real nivel de desigualdad en Chile.
Los impuestos en Estados Unidos
El pasado 5 de abril, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, anunció que propondrá subir el impuesto corporativo de Estados Unidos de un 21% a un 28%, cifra contenida en el “Plan de Impuestos Hecho en Estados Unidos”, del presidente Joe Biden.
El plan señala que este 28% está unos siete puntos porcentuales por debajo de lo que existía a finales de los años 80 y hasta 2017, cuando el presidente Trump decidió bajar los impuestos. Asimismo, el informe destaca que será un incremento menor a casi todos los miembros de la OCDE.